Mi madre:
11:30 (en cuanto veo las notas, la llamo)
- Mamá, que ya he visto las notas de selectividad
-¿Que tal, hija?
- Bien, ¡un 9.764!
- Ala tía, que "wai" ¿no? (mi madre es que habla así). Sabia que tú podías. Estoy orgullosa de ti. Ahora a Madrid, a luchar por lo que quieres.
(Por la tarde en cuanto me he querido dar cuenta me estaba imprimiendo las solicitudes de preinscripciones para las universidades y llamando a nuestra gente de Madrid para decir que mañana voy)
Mi padre:
20:50 (supongo que se habrá acordado de que hoy me daban las notas porque lo ha visto en Facebook)
- Hola ¿que tal todo?
- Bien, aqui ando.
- ¿Y las notas? Te las daban hoy ¿no?
- Si, hoy me las han dado
- Y ¿que tal?
- Bien, un 9,764
- ¿Como? ¿un 4?
- No papá, un 9,764
- Ah, pues que bien. Ahora que has terminado ¿no sientes que has perdido dos años de tú vida? (Repetí 1º y 2º de bachillerato)
(Después de esto solo se ha escuchado por teléfono un ataque de cordura de su mujer diciendo que me dejara, que ahora era el momento de ser feliz)
Lo dicho. Gracias a todos/todas los/las que me habéis aguantado estos días de estrés e incertidumbre en los que he estado realmente inaguantable (más de lo normal).
Al fin llego a la casilla de salida de mi vida.