Señoras y señores, la Semana Santa ha llegado. Y al contrario de como os puede parecer, esto no significa solo vacaciones, no. La Semana Santa implica incesantes sonidos taladrantes y mentes insulsas siguiendolos.
Además, pensad, ¿cuál sería el último sitio donde una atea comunista y anticlerical querría estar en Semana Santa?
Efectivamente, aquí estoy, en Sevilla. Gran cuidad, sin duda, donde se viven estas fechas de forma especialmente emotiva (y graciosa). Me parece increíble la importancia que miles de personas le pueden dar a un trozo de madera y alambre vestido con un traje que podría quitar el hambre a cien poblados africanos. Me parece increíble lo contrario que es todo esto a lo que se supone que un señor predicó hace miles de años y en lo que se supone que se rige toda esta gente. A veces, de verdad, pienso que lo único que siguen es eso de "el pastor y las ovejas". Porque es lo que me parecen todos, un puñado de ovejas que siguen al rebaño. Y como no podía ser de otra forma, esto me recuerda a una más que magnifica canción de un mucho más que magnifico cantautor:
Sin prisa pero sin pausa,
como el "calabobos",
desde la más tierna infancia
preparan el cebo:
"Si no te comes la sopa
te llevará el coco..."
"Los tocamientos impuros
te dejarán ciego...".
Y te acosan de por vida
azuzando el miedo,
pescando en el río turbio
del pecado y la virtud,
vendiendo gato por liebre
a costa de un credo
que fabrica platos rotos
que acabas pagando tú.
Son la salsa
de la farsa.
El meollo,
del mal rollo.
La mecha
de la sospecha.
La llama
de la jindama.
Son el alma
de la alarma,
del recelo
y del canguelo.
Los chulapos
del gazapo.
Los macarras
de la moral.
Anunciando apocalipsis
van de salvadores
y si les dejas te pierdes
infaliblemente.
Manipulan nuestros sueños
y nuestros temores,
sabedores de que el miedo
nunca es inocente.
Hay que seguirlas a ciegas
y serles devoto.
Creerles a pies juntillas
y darles la razón
que: "El que no se quede quieto
no sale en la foto..."
"Quien se sale del rebaño,
destierro y excomunión".
Sin prisa pero sin pausa,
esos carcamales
organizan sus cruzadas
contra el hombre libre
más o menos responsable
de todos los males
porque piensan por su cuenta.
Sueñan y lo dicen.
Si no fueran tan temibles
nos darían risa.
Si no fueran tan dañinos
nos darían lástima.
Porque como los fantasmas,
sin pausa y sin prisa,
no son nada si les quitas
la sábana.
Los macarras de la moral. Joan Manuel Serrat
Seguid así. Seguid dificultando el progreso. Seguid siendo el pastor que domina el rebaño. Seguid inculcando el miedo. Seguid acaparando bienes materiales. Seguid interviniendo en la política. Seguid vendiendo un cuento de niños que ya ni los niños se creen. Seguid, seguid...
...que cada vez sois menos.
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